Otras recomendaciones

El árbitro podrá conceder ventaja siempre que se produzca una infracción o falta, pero ha de tener en cuenta lo siguiente para decidir si debe aplicar la ventaja o detener el juego:

  • la gravedad de la infracción: si la infracción implica una expulsión, el árbitro deberá detener el juego y expulsar al jugador, a menos que se presente una ocasión manifiesta de gol;

  • la posición en la que se cometió la infracción: cuanto más cerca de la portería adversaria, más efectiva será la ventaja;

  • la posibilidad de iniciar de inmediato un ataque prometedor;

  • el ambiente del partido.

Muchas de las paradas del juego son totalmente normales (p. ej. saques de banda, saques de meta). Se deberá recuperar el tiempo perdido únicamente cuando dichas interrupciones sean excesivas.

Se recuerda a los árbitros que deberán intervenir con rapidez para tratar con firmeza la infracción de sujetar al adversario, especialmente dentro del área penal, en los saques de esquina y los tiros libres. Al tratar estas situaciones, el árbitro deberá:

  • advertir a todo jugador que sujete a un adversario antes de que el balón esté en juego;

  • amonestar al jugador si continúa sujetando al adversario antes de que el balón esté en juego;

  • conceder un libre directo o un tiro penal y amonestar al jugador si la infracción ocurre después de que el balón esté en juego.

Un atacante en posición de fuera de juego (A), pero sin interferir en la evolución de adversario alguno, toca el balón. El asistente levantará el banderín en el momento en el que el jugador toque el balón.

Un atacante en posición de fuera de juego (A), pero sin interferir en la evolución de adversario alguno, no toca el balón. No se le puede señalar fuera de juego.

Un atacante en posición de fuera de juego (A) corre hacia el balón, a la vez que uno de sus compañeros, situado en posición correcta (B), corre también hacia el balón y acaba jugándolo. Dado que el jugador (A) no llega a tocar el balón, no se le puede señalar fuera de juego.

Un jugador en posición de fuera de juego (A) podrá ser sancionado antes de que juegue o toque el balón si, a juicio del árbitro, ningún otro compañero en posición correcta pudiera jugarlo.

Un atacante en posición de fuera de juego (1) corre hacia el balón, pero no llega a jugarlo o tocarlo. El asistente deberá señalar saque de meta.

Un atacante en posición de fuera de juego (A) obstruye claramente el campo visual del guardameta. El jugador deberá ser sancionado por impedir a un adversario jugar el balón o llegar a jugarlo.

El atacante en posición de fuera de juego (A) no obstruye con claridad el campo visual del guardameta ni disputa la pelota a un adversario.

Un atacante en posición de fuera de juego (A) corre hacia el balón, pero no impide que el adversario lo juegue o pueda jugarlo. (A) no le disputa la pelota al adversario (B).

Un atacante en posición de fuera de juego (A) corre hacia el balón e impide que el adversario (B) juegue o pueda jugar el balón al disputárselo, luego (A) le disputa la pelota al adversario (B).

Un atacante en posición de fuera de juego (B) deberá ser sancionado por jugar o tocar un balón que le llega rebotado, desviado o de una parada del guardameta adversario si dicho atacante ya estaba en posición de fuera de juego la última vez que uno de sus compañeros de equipo haya tocado o jugado el balón.

Un atacante en posición de fuera de juego (B) deberá ser sancionado por jugar o tocar un balón que le llega rebotado, desviado o salvado por un jugador del equipo defensor si ya estaba en posición de fuera de juego la última vez que uno de sus compañeros de equipo haya tocado o jugado el balón.

El tiro de un compañero de equipo (A) rebota en el guardameta adversario, el jugador (B) —en posición correcta— juega el balón y a (C), en posición de fuera de juego, no se le señala la infracción porque no ha tocado el balón y, por tanto, no ha sacado provecho de su posición incorrecta.

El tiro de un compañero (A) rebota en un adversario o sale desviado por este en dirección al jugador (B), quien es sancionado por jugar o tocar el balón porque previamente estaba en posición de fuera de juego.

El atacante (C) está en posición de fuera de juego, pero sin interferir en el juego de ningún adversario, en el momento en que un compañero (A) pasa el balón al jugador (B1) —en posición correcta— que corre hacia la portería adversaria hasta la posición (B2) y, desde ahí, pasa el balón, al compañero (C). El atacante (C) se hallaba en posición correcta cuando recibió el pase, por lo que no se señalará infracción alguna.

La seguridad de los jugadores es lo más importante; por esta razón, el árbitro deberá facilitar la labor del personal sanitario, especialmente en el caso de una lesión grave o si se considera que se ha producido una lesión en la cabeza. Asimismo, respetará los protocolos de evaluación y tratamiento y prestará su colaboración para que estos se sigan.

En el pasado, todo jugador lesionado que recibiera atención médica en el terreno de juego debía salir antes de la reanudación. Esto puede resultar injusto si la lesión fue ocasionada por un adversario, ya que el equipo responsable de la infracción disfrutará de superioridad numérica al reanudarse el juego.

No obstante, se introdujo esta condición porque los jugadores a menudo utilizaban de manera antideportiva una lesión para retrasar la reanudación por motivos tácticos.

Como término medio entre estas dos situaciones injustas, el IFAB ha decidido que únicamente como resultado de una infracción de carácter físico por la cual se amoneste o expulse al adversario se podrá examinar o atender con rapidez a un jugador lesionado y que después permanezca en el terreno de juego.

En principio, el retraso no debería ser superior al tiempo necesario para que uno o varios médicos entren en el terreno a fin de examinar una lesión. La diferencia es que el momento en el que el árbitro solía ordenar a los médicos y al jugador que salieran pasa a ser el momento en el que los médicos abandonan el terreno de juego pero el jugador puede quedarse.

Para garantizar que el jugador lesionado no utilice o prolongue este tiempo de forma abusiva, se recomienda a los árbitros que:

  • tengan en cuenta la situación del partido y los posibles motivos tácticos para retrasar la reanudación;

  • informen al jugador lesionado de que si necesita atención médica, esta deberá ser breve;

  • hagan señales a los médicos (no a los camilleros) y, en la medida de lo posible, les recuerden que deben actuar con rapidez.

Cuando el árbitro decida que el juego debe reanudarse:

  • los médicos saldrán del terreno de juego y el jugador se quedará o

  • el jugador abandonará el terreno de juego para seguir siendo atendido (puede ser necesario hacer una señal a los camilleros).

Como norma general, la reanudación no deberá retrasarse más de 20-25 segundos desde el momento en que todos los participantes estén listos para que se reanude el juego, excepto en el caso de una lesión grave o si se considera que se ha producido una lesión en la cabeza.

El árbitro deberá compensar todas las interrupciones del juego.