Cabecera intencionada

Antecedentes del ensayo

Existe preocupación por los posibles efectos adversos en la salud y el bienestar de los jugadores a corto y largo plazo, en particular las posibles lesiones en la cabeza, como consecuencia de:

  • cabecear el balón de manera intencionada;
  • recibir un balonazo en la cabeza de manera accidental (sobre todo si es inesperado o desde corta distancia);
  • intentar cabecear el balón (en particular en las «disputas en el juego aéreo») y que la cabeza impacte contra:
    • el cuerpo de otro jugador (el codo, la cabeza, etc.)
    • el suelo
    • un poste

Esta preocupación se agudiza cuando los jugadores son niños, puesto que su cuerpo, su cerebro y sus habilidades motoras están aún en desarrollo, y tal vez no tengan la fuerza física ni la experiencia suficientes para minimizar posibles riesgos. En consecuencia, algunas autoridades futbolísticas ya han introducido restricciones a cabecear el balón en los entrenamientos de los más pequeños, y lo lógico ahora es aplicar dichas restricciones a los partidos.

Si bien la prohibición de cabecear el balón de manera intencionada puede eliminar algunos riesgos, también puede incrementar otros, como que los jugadores intenten llegar con el pie a balones altos. Esto podría provocar la lesión de quien protagoniza la acción (p. ej. por una mala caída) o de otro jugador, puesto que podría recibir una patada en la cabeza o en la parte superior del cuerpo.

Las decisiones acerca de la prohibición de cabecear el balón deben, por tanto, contemplar los riesgos relativos de cabecear en las distintas edades, la posibilidad de que la prohibición genere otros riesgos de manera inadvertida y la gran repercusión que la prohibición de cabecear el balón en todas las categorías tendría en el modo de jugar al fútbol.

Consciente de la importancia de este asunto, el IFAB ha aprobado un ensayo para estudiar los efectos derivados de que «cabecear el balón de manera intencionada» pasara a considerarse una infracción sancionable con un tiro libre indirecto*. El ensayo se llevará a cabo en competiciones y partidos con jugadores de hasta doce años, categorías en las que ya se aplican restricciones a cabecear el balón en los entrenamientos.

*Se observó que, en las fases iniciales, otorgar un tiro libre directo (y, sobre todo, señalar penalti cuando un defensor cabecea el balón en su propia área) era un castigo demasiado severo para unos jugadores tan jóvenes.

Protocolo del ensayo

El IFAB ha aprobado el protocolo de ensayos, que debe usarse en su integridad. No se permitirá variación alguna, sino que se deberá aplicar de la forma prescrita.

Protocol A

Participación y requisitos

Todas las competiciones participantes deberán adoptar el protocolo de ensayos en su totalidad. Las confederaciones y federaciones nacionales (en nombre de las competiciones auspiciadas por estas) deben solicitar permiso al IFAB para participar en los ensayos.

Datos e información requeridos para participar en los ensayos

Las competiciones que participen en los ensayos deberán recopilar una serie de datos y valoraciones para enviarlos al IFAB (los detalles concretos y la metodología aún están por determinar).

Competiciones participantes

En la actualidad, los ensayos se están llevando a cabo en competiciones de categoría sub-12 e inferiores de Inglaterra y Estados Unidos. Otras competiciones y federaciones podrán participar en ellos, siempre que reciban permiso del IFAB, cumplan con el protocolo y envíen los datos y valoraciones correspondientes.

Preguntas frecuentes